THE SACRAMENT (TI WEST, 2013)


-AVISO SPOILERS-

Si Eli Roth hizo Hostel (2005) bajo la premisa de que sólo un 12% de los estadounidenses tienen pasaporte y para explotar el miedo al extranjero, en The Sacrament -producida por él y dirigida por Ti West- unos pasaportes, escondidos en una caja fuerte, sirven como estremecedor signo de que algo oscuro se oculta tras la fachada de una congregación cristiana.


The Sacrament se desarrolla en un país extranjero no revelado, como Hostel, pero el miedo no es al "otro", sino al compatriota que se ha decidido por un estilo de vida diferente. Los reporteros que se interesan por Eden Parish no desconfían porque pueda tratarse de una secta destructiva: lo que les resulta sospechoso es que alguien se atreva a proponer otra forma de vida. Parece molestarles sobre todo que los que viven allí se hayan despojado de sus posesiones materiales y que les acusen de imperialistas. La única razón por la que justifican que alguien decida vivir así, al margen de la sociedad estadounidense, es que se trata de individuos desesperados.


La película deja claro que al menos un porcentaje de las personas que viven en Eden Parish prefieren volver a Estados Unidos. Pero también sugiere que lo enciende la rebelión es la presencia de los reporteros y sobre todo de su cámara. Y es también la llegada de los intrusos la excusa que buscaba Padre (un inquietante Gene Jones) para desatar el infierno. Para preferir sacrificarlo todo antes que sucumbir a un final que seguramente sabe inevitable. El terror en The Sacrament proviene de los extremos a los que puede llegar un ser humano convencido por una idea. Y de que resulten creíbles.

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