HEMLOCK GROVE -TEMPORADA 1- WORK IN PROGRESS


CAPÍTULO 1
Apadrinada por Eli Roth -director de Hostel (2005)- el primer capítulo de esta serie de Netlifx se toma su tiempo para presentar a los personajes de un pueblo que es sacudido por la muerte de una adolescente: el referente -superficial- es sin duda Twin Peaks (1990-1991). Hay mucho adolescente guapo en Hemlock Grove, pero la serie intenta diferenciarse de un teen drama -como The Vampire Diaries (2009)- con algo de gore, sexo y consumo de drogas. Supongamos que eso la hace más "adulta". Eso sí, los protagonistas siguen siendo jóvenes en conflicto con su familia, y con el pasado de sus padres. Y hay dos polos: dos jóvenes marginados, uno por ser muy rico, otro por ser muy pobre. Ambos viven al margen de la Ley, por lo que puede decirse que ambos son lobos ¿cuál de los dos se alimenta del rebaño? En este primer episodio hay pistas que llevan a pensar que se va a desarrollar un folklore de hombres lobo y vampiros -como en True Blood (2008-2014)- pero también se insinúan mutaciones y experimentos genéticos: una mezcla muy del estilo de American Horror Story (2011).


CAPÍTULO 2 -AVISO SPOILERS-
El segundo episodio introduce un elemento que puede llegar a ser clave: la angustia. Los dos personajes principales, Peter y Roman, expresan cierta inquietud ante la sensación de que algo va a ocurrir. Cierta incomodidad existencial típica de la adolescencia -no estamos a gusto con nuestros cuerpos- que debería abandonarnos al llegar a la edad adulta. No siempre es así. Ese presagio de que algo va a ocurrir se manifiesta en la escena final, en la que descubrimos quién es el hombre lobo gracias a una transformación que recuerda a la de En compañía de lobos (Neil Jordan, 1984). Antes se ha añadido un nuevo elemento al catálogo de sucesos sobrenaturales: Letha asegura haberse quedado embarazada de un "ángel", manteniendo incluso su virginidad. Curiosamente, Roman impide que Christina pierda la virginidad liberando una serpiente -símbolo del pecado- en el baile del instituto. Una curiosidad: en clase Roman y Peter deben leer Cumbres Borrascosas, novela a la que se hace una pequeña referencia burlona en el inicio de Un hombre lobo americano en Londres (John Landis, 1981).


CAPÍTULO 3
El tercer episodio de Hemlock Groove confirma que se trata de una serie de ritmo pausado, que utiliza lentos movimientos de cámara para crear una atmósfera, antes que contar muchas cosas. Se busca primero la sensación de inquietud, que los sobresaltos a fuerza de sustos. Se confirma también que no se trata de un teen drama: no hay todavía ningún interés romántico y aunque Peter (Landon Liboiron) aparece muchas veces sin camiseta, no tiene los abdominales necesarios para decorar las carpetas de las adolescentes. Lo siento chicas. Este capítulo apunta más bien en otra dirección: la de comparar las jerarquías sociales del pueblo con las de la sociedad feudal: ahí está la tensión que sufre Roman, el príncipe heredero, cuando temerariamente decide mezclarse entre los siervos. Por otro lado, Peter es el gitano marginado. Lo novedoso es que tanto el príncipe y el gitano se sienten igualmente rechazados, y traban una alianza para encontrar al hombre lobo detrás de los asesinatos. Esto anticiparía una estructura de whodunit al estilo de La bestia debe morir (Paul Annett, 1974). Además, tres nuevos personajes son presentados: la doctora Chasseur -una especie de Clarice Starling del mundo animal- Destiny, la hermana de Peter; y Francis Pullman -al que pudimos ver de forma confusa en el episodio anterior- y cuya función parece ser la del Renfield de Drácula.

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