MIRA LO QUE HAS HECHO -BERTO Y UN BIBERÓN


Berto Romero, uno de los cómicos más populares e inteligentes de este país, está detrás de su propia serie en Movistar. Y eso es una buena noticia. Mira lo que has hecho se vende como una comedia sobre lo complicado que es ser padre primerizo. El problema es que las anécdotas sobre la paternidad acaban siendo lo menos inspirado de esta ficción. Los gags sobre el parto, la lactancia, el no dormir por las noches, elegir guardería, las visitas al pediatra y el sexo en pareja -o su ausencia- son lo más flojo. La comicidad de estos momentos se basa en la mera identificación -a todos los que somos padres nos han pasado estas cosas- pero los chistes me resultan superficiales. Echo de menos la mirada original de Berto acerca de lo que significa ser padre -o madre, interpretada por la estupenda Eva Ugarte-. En Mira lo que has hecho, la paternidad es una carrera de obstáculos para la pareja, despojada de su dimensión emocional. Prácticamente no se nos muestra al bebé de los protagonistas -probablemente por razones de producción- lo que involuntariamente convierte el conflicto argumental en algo casi abstracto. Lo bueno es que esto elimina de la ecuación los golpes bajos de ternura y sentimentalismo. Pero también evita que la serie profundice en las verdaderas razones por las que los padres dejamos de dormir, follar y perseguir nuestros sueños: tener hijos nos cambia (habitualmente para mejor).

Esta sitcom sigue la línea de estupendas producciones de Netflix como Love o Master of None: comedias románticas que tienen de fondo el mundo del espectáculo y que se sirven de elementos formales del cine indie. Así, aquí Berto hace de Berto, el real -más o menos- un humorista al que vemos haciendo monólogos y aguantando que su fama haya ido a menos -sin llegar a las humillaciones de ¿Qué fue de Jorge Sanz?-. Esto aleja un poco el argumento de las vicisitudes de la paternidad, como también lo hacen los conflictos que aportan personajes secundarios de la familia de la pareja protagonista: los padres de Berto, el suegro borde, la cuñada moderna y el hermano caradura. Otro tema curiosamente recurrente en el argumento es el de la generación youtuber, retratada de forma antipática y crítica. Asunto solo parcialmente pertinente, al fin y al cabo, habla de una brecha generacional y de educación. Pero quizás habría sido más efectivo comprometerse más con el argumento principal sobre la experiencia de ser padres.

Mira lo que has hecho me parece irregular, una mezcla de momentos poco inspirados con otros muy afortunados: el cameo sorpresa de un famoso presentador; el humor negrísimo de comerse un bocadillo de chistorra en el peor momento; y sobre todo el pediatra al que da vida el siempre estupendo Emilio Gavira, que protagoniza una escena hilarante. Hay también momentos sobresalientes, como la acertada secuencia que muestra la machacona rutina diaria de nosotros los padres; los saltos temporales paralelos del capítulo que explica cómo se conocieron Berto y Sandra. Los prólogos de cada episodio, normalmente situados en otro momento de la vida de los protagonistas, en su imaginación, o en sus miedos, también me parecen ingeniosos. Hay además secuencias ambiciosas, aunque no demasiado pulidas, como la liberación que experimenta la pareja protagonista en el hospital, expresada con un montaje musical, en el episodio titulado Papá. El humor es una cuestión muy personal, y si Mira lo que has hecho no me ha convencido del todo, también estoy seguro de que veré la segunda temporada.

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