THE FLASH -TEMPORADA 1- THINGS YOU CAN´T OUTRUN


THINGS YOU CAN´T OUTRUN (21 OCTUBRE) -AVISO SPOILERS-

El tercer episodio de The Flash se centra en un largo flashback -valga la redundancia- que desvela el pasado de los científicos de Star Labs y sobre todo el de Caitlin, (Danielle Panabaker). Se narra aquí lo ocurrido con su novio durante el accidente con el acelerador de partículas. La historia conecta con el presenta gracias a una escena-espejo que podría significar el futuro interés romántico de Caitlin por Barry Allen (Grant Gustin). La historia tiene fuerza, pero pierde algunos enteros por la limitada interpretación de Panabaker, que se muestra aquí algo tiesa.


El villano de la semana tiene un origen ingenioso: un preso obtiene la capacidad de convertirse en vapor al ser sometido a la cámara de gas justo cuando ocurre el accidente que otorga superpoderes a todos los metahumanos de The Flash. "The Mist", un personaje creado nada menos que en 1941 como enemigo de Starman, da bastante juego: Barry tiene que esforzarse para derrotarle. Curiosamente, Kyle Nimbus es interpretado por Anthony Carrigan, que también da vida al peligroso Victor Zsasz en Gotham. Hasta ahora, en estos tres capítulos, la trama episódica de la serie, la superheróica, ha sido siempre bastante sólida.



The Flash acierta también con los momentos más humanos: las escenas de Barry con su mentor Joe West (Jesse L. Martin) y con su padre (John Wesley Shipp) consiguen ser realmente emocionantes. Y para redondear otro buen episodio, y como es habitual, algunas referencias cinéfilas: una a Terminator 2: el juicio final (James Cameron, 1991) que aprovecha la naturaleza gaseosa de The Mist para emular el cuerpo fluido del T-1000 (Robert Patrick); y otra que se atreve a citar el momento más tenso de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) cambiando a Mia Wallace (Uma Thurman) por Barry. Además, dos guiños a los cómics: Barry dice que no busca la fama, que no quiere "un museo", una clara referencia al Museo de Flash de los tebeos, una especie de sala de trofeos que todos los supertipos de DC Comics tenían; y la otra referencia tiene lugar cuando el héroe está a punto de ser reconocido por su padre en prisión. Para evitarlo, Flash utiliza de forma creativa sus poderes y resuelve el eterno problema de la identidad secreta del superhéroe: hace vibrar su rostro a supervelocidad para no ser identificado. Mucho mejor que las gafas de pasta que usa Clark Kent ¿no?









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