SQMDVV: ARROW -TEMPORADA 3- THE BRAVE AND THE BOLD


THE BRAVE AND THE BOLD (3 DE DICIEMBRE)

Era obvio que tras el éxito de Superman (1938) y Batman (1939), la editorial DC Comics tenía que unir las aventuras de sus dos superhéroes más populares en un solo tebeo. En 1941, el primer número de World´s Best Comics (luego World´s Finest Comics) sacaba en portada -por primera vez- a los dos personajes, a los que se sumaba Robin. Pero había truco: en el interior del cómic los héroes vivían sus aventuras por separado. La primera historieta conjunta de Superman y Batman no llegaría hasta el número 76 de Superman, en 1952. Tras ella, la reunión de varios superhéroes en un cómic es muy común, cuando no forman parte directamente de grupos como La Liga de la Justicia, que en 1960 debutaba en una serie titulada The Brave and the Bold, dedicada precisamente a estos cruces entre personajes, y que ahora da título a este episodio de Arrow en el que se mezclan las aventuras del arquero con las del velocista.


Tras aparecer en The Flash, Oliver Queen (Stephen Amell) "juega en casa" y recibe a Barry Allen (Grant Gustin) en su propia cabecera. Esto se llama crossover: la historia comienza en la serie de Flash y continúa en la de Arrow. El objetivo, claro, es sumar espectadores. La idea me gustaba, pero creo que se ha ejecutado bastante mal. El primer episodio del cruce, Flash vs. Arrow, me ha parecido sobresaliente. El problema es que se trata de una historia independiente que realmente no continúa en Arrow. Allí los héroes se enfrentan al villano Prisma (Paul Anthony) y aquí a otro diferente, Digger Harkness -el Capitán Boomerang- (Nick E. Tarabay), por lo que no hay ninguna continuidad real. Creo que se ha desaprovechado la oportunidad de hacer una sola historia, casi un largometraje, más ambicioso y entretenido.


The Brave and the Bold, visto justo después de Flash vs. Arrow, hace patentes las carencias de Arrow como serie. Argumentos esquemáticos pero confusos y sin dirección, secuencias de acción completamente independientes de una narrativa que encima tiene parones en los que los personajes -apenas esbozados tras tres temporadas- parecen estatuas parlantes exponiendo ideas y sentimientos de una forma demasiado evidente. 


Todos los defectos de la serie están muy claros en este capítulo: el inicio de la historia, lejos de situarnos, desorienta. La secuencia de acción que sirve para presentar al villano, Harkness, es sin embargo estupenda. Pero la presencia de Flash está a todas luces desaprovechada. De hecho, estamos ante un episodio normal de Arrow -o sea malo- en el que aparecen incluso esos flashbacks inútiles, que aquí pierden el tiempo dándole vueltas a una absurda reflexión sobre la tortura. Todo el argumento gira entorno a la "dureza" del protagonista, que teme haber perdido parte de su humanidad: una idea a la que aporta mucho -sin querer- la hierática interpretación de Amell. En principio, es Barry Allen -un personaje mucho más humano, está mejor escrito- el encargado de darle una lección a Oliver Queen. Pero el tema está expresado con vergonzosas escenas de diálogos como en la que Cisco (Carlos Valdes) parece darse cuenta de que los personajes de Arrow viven vidas mucho más difíciles porque se enfrenta a la muerte diariamente, mientras que en Flash todo parece menos real por la presencia de metahumanos con superpoderes. Este intento de metaficción que pretende ser un comentario sobre las dos series, falla estrepitosamente porque en realidad Arrow no es oscura ni realista: es mala. Por cierto, resulta revelador cómo el personaje de Cisco es mucho más humano e interesante tras una "vida" de menos de 10 episodios, mientras su contrapartida, Roy Harper (Colton Haynes) sigue siendo un guaperas sin alma tras tres temporadas.


Pero lo mejor está casi al final del capítulo. En una escena que pretende ser "intimista", me he reído a carcajadas: Oliver le suelta a Barry su típico monólogo autocompasivo, y éste escucha pacientemente hasta que acaba, para responderle con un "you´re full of crap". Eso se llama humor involuntario. El diálogo continúa luego, obviamente, por otros derroteros: Barry quería decirle a Oliver que se equivoca al decir que pierde su humanidad. Yo diría que los personajes de Arrow humanos, humanos, no parecen. 

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