WAYWARD PINES -WHERE PARADISE IS HOME-


WHERE PARADISE IS HOME (14 DE MAYO DE 2015)

La principal razón para ver Wayward Pines es la participación de M. Night Shyamalan. El director de El sexto sentido (1999) aparece como productor ejecutivo y como director -solo- del primer episodio. La verdad es he encontrado poco de su elegante puesta en escena y de su capacidad para crear tensión en esta primera entrega de lo que en principio es una miniserie. La duración de Wayward Pines es muy importante. Veamos.


El mecanismo narrativo de las películas más reconocibles de Shyamalan es mantener al espectador interesado en la historia utilizando una incógnita. El misterio se resuelve solo al final de la cinta pero no solo aporta una resolución, sino que modifica nuestra percepción de todo lo que hemos visto antes. El ejemplo más claro es el de Bruce Willis en la citada El sexto sentido. Descubrir al final de la película el verdadero estado del protagonista cambia completamente la historia que nos habían contado.


Por otro lado, Wayward Pines recuerda inevitablemente a Perdidos (2004). Repite incluso ese primer plano del ojo que se abre: en aquella era Jack Shepard (Matthew Fox) aquí es Ethan Burke (Matt Dillon). Si Jack estaba atrapado en una isla misteriosa, aquí nos encontramos en un pueblo. También es imposible no pensar en Twin Peaks (1990) y su extenso reparto de personajes peculiares, cada uno con una historia oculta. Pero hay un referente más claro, El Prisionero (1967) serie británica de culto en la que un agente secreto, el Número Seis (Patrick McGoohan), intenta escapar de La Villa. Ahora bien, en estas tres series, el desarrollo de la historia es más importante que descubrir el enigma de lo que ocurre realmente. En ellas el misterio es una excusa, no un fin en sí mismo. Parece que en Wayward Pines han prometido "respuestas claras" -los mediocres sin imaginación estarán contentos- y eso para mí es una mala noticia.

-AVISO SPOILERS-

Del primer episodio, sin embargo me quedo con varios momentos que me han gustado. La actriz Melissa Leo resulta verdaderamente inquietante en su papel de enfermera que parece salida de un episodio de The Twilight Zone (1959). Toby Jones es otro actor cuya presencia siempre agradezco. Espero verle más. Y luego hay momentos evocadores como la nota que pone "En Wayward Pines no hay grillos" y el posterior descubrimiento de un pequeño altavoz oculto en un arbusto que reproduce los sonidos de estos insectos. Destaco además la escena en la que el protagonista se ve incapaz de salir del pueblo conduciendo, en una escena que recuerda a En la boca del miedo (John Carpenter, 1994). Por último, el típico cliffhanger, una gigantesca valla que evita que nadie salga de Wayward Pines y que inscribe a la serie en el terreno de la ciencia ficción paranoica.


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