GOTHAM -TEMPORADA 2- KNOCK, KNOCK


KNOCK, KNOCK (28 DE SEPTIEMBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-

"Knock, Knock" es una forma clásica de comenzar un chiste (joke) en el idioma inglés, seguida siempre de un "¿Quién es?". La broma recae en la identidad del que llama a la puerta, que en este caso, en Gotham, no es otro que el Joker. Recordemos que la serie es una precuela de Batman, por lo que suponemos que este Jerome Valeska (Cameron Monaghan) algún día se maquillará como un payaso. Pero lo cierto es que en este episodio, Jerome se comporta ya como el clásico enemigo del héroe que todos conocemos. ¿Es eso un problema? Puede ser. Gotham está gastando toda su munición hoy, sin pensar en el mañana. Pero es verdad que ver a Jerome como líder de los "Maniax" es lo más divertido que ha pasado en la serie ¿O no? La trama protagonizada por Jerome -apoyado por el misterioso Theo Galavan (James Frain)- es la más importante del capítulo. Recupera el espíritu festivo de la serie de Batman (1966) con villanos muy pasados de rosca, golpes criminales absurdos -atracan un autobús escolar lleno de chearleaders- y un replanteamiento estético que favorece los colores chillones. Eso sí, el modus operandi de Jerome es una versión -ligera- de la anarquía del Joker (Heath Ledger) de El Caballero Oscuro (Christopher Nolan, 2008).


Lo malo es que las otras tramas de esta entrega de Gotham son menos interesantes. Se confirma que la historia de Edward Nygma (Cory Michael Smith) se nos va a seguir contando a cuentagotas. Pero lo más decepcionante es que James Gordon (Ben McKenzie) no ha cambiado como personaje tras las decisiones morales que tomó en el episodio anterior. No vemos aquí ninguna repercusión de su pacto con Oswald Cobblepot (Robin Lord Taylor), ninguna consecuencia psicológica tras matar a un mafioso. Por otro lado, la trama en la que Bruce Wayne (David Mazouz) despide a Alfred (Sean Pertwee) -este ha intentado impedir que investigue el pasado de su padre- resulta poco convincente. No es demasiado creíble que un niño despida a su tutor y se quede viviendo solo en semejante mansión. Eso sin contar el poco interés que despierta esta trama: conocemos de antemano su resultado, que Bruce se reconciliará con Alfred. A pesar de todo, el desenlace de esta historia provoca la mejor escena del capítulo, en la que el mayordomo convence a Lucius Fox (Chris Chalk) de unirse a su causa.

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